06 noviembre 2008

Los niños que muerden ¿qué hacer?


Esta actitud suele aparecer en el periodo que va de 1 a 3 años. Puede tener diferentes causas (ansiedad, disciplina excesiva, estar echando los dientes o su manera particular de conseguir atención) pero no debe permitirse.

• El morderle nosotros para que “vea cómo se sienten los demás” no evitará que continúe haciéndolo. Incluso podrá aumentar su comportamiento agresivo.

• Cuando muerda a otros niños procurar no jugar ni prestarle atención durante un tiempo breve (4 ó 5 minutos). Aprenderá que con ese comportamiento no obtiene “cosas agradables”.

• Adaptar nuestra respuesta a su edad: a un niño de 3 años es posible hablarle indicándole por qué no es correcto morder pero uno de menor edad no lo entenderá.

• Usar un tono firme y desaprobatorio de la conducta pero con calma y tranquilidad.

• Si el médico no encuentra causa orgánica acudir a un psicólogo: nos ayudará a ver y corregir los posibles fallos en nuestro actuar y propondrá la mejor forma, adaptada a nuestro hijo, de solucionar el problema.

Rabietas ¿cómo actuar?


Normalmente llamamos rabieta a un berrinche, un enfado que suele durar poco y que está motivado por cosas sin importancia. Ante una rabieta es muy importante c´pmo actuemos, algunas recomendaciones son:

• No prestarle atención cuando se produce: cuando veamos que disminuye en intensidad continuar con lo que se estaba haciendo con normalidad, sin nombrar para nada lo ocurrido.

• En caso de que se prolongue excesivamente (su paciencia y energía son infinitamente mayores que las nuestras) puede usarse, por ejemplo, la técnica del “Tiempo Fuera”: llevarle a su habitación o lugar donde podamos controlarlo sin que se de cuenta y donde esté sentado o quieto hasta que ponga fin a la rabieta.

• Aprender cuándo y dónde se producen con más frecuencia las rabietas: si es en un lugar público con más gente, si es cuando estamos más cansados…

• No creer, aunque nos lo digan, que una rabieta “es algo normal”. Más bien es algo aprendido anteriormente porque al niño le sirvió para obtener lo que quería.

Conducta agresiva



Todos los niños pueden tener, a partir del primer año de edad, momentos o ataques de agresividad que junto con los impulsos contrarios, es decir, de cariño y amor, son el primer bagaje emocional que traen al nacer. Son reacciones adaptativas e incluso necesarias para la supervivencia y el desarrollo normal y deben ser “vividas” por el propio niño. El problema surge cuando esa agresividad se mantiene en el tiempo, se convierte en la forma habitual de resolver sus conflictos, de llamar la atención o de conseguir lo que quiere.

En su primera etapa de vida, el niño aún no sabe bien qué puede y que no puede hacer. Esto le desconcierta y le provoca inseguridad. Esta agresividad inicial puede ser entendida, en un primer momento, como una forma de pedir límites para obtener dicha seguridad.

Sin embargo la situación cambia cuando esa misma actitud agresiva se convierte en una herramienta poderosísima y tremendamente eficaz para conseguir sus deseos. Esa utilidad aparente (real en algún momento) pasa a ser fuente de frustraciones y problemas de comunicación y relación social, llegando a impedir una adecuada integración, contribuir a un futuro fracaso escolar y en casos extremos ser la base de una conducta antisocial que pueda desarrollarse en la adolescencia y edad adulta.

Orientaciones para devolver el niño a su cama



1.- Si el niño va hasta la habitación de sus padres, hay que hacerle volver a su cama y meterlo en ella sin demasiadas contemplaciones. Los padres han de ser firmes. Permitir que el niño duerma regularmente en la habitación de los padres puede provocar problemas graves. En muchos casos, los padres lo consideran un hábito difícil de interrumpir cuando se ha iniciado.
2.- Se puede utilizar la "táctica de los apretujones", la finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño, darle una patada suave,...
3.- Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstele una atención especial y sea cariñoso con él durante el día.
4.- Hacer su habitación más atractiva, no significa redecorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos.
5.- Establecer un horario regular de sueño.
6.- Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema.
7.- Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un almanaque los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes.

05 noviembre 2008

MIEDOS, PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS



Tranquilícele y déle seguridad
Lo que los padres pueden hacer por un niño que sufre pesadillas es despertarle, tranquilizarle y darle seguridad, decirle que todo va bien, que no ocurre nada. Acariciarle y mecerle, pero no dar demasiada importancia a la pesadilla, puesto que de otro modo podría aprender a utilizarla como mecanismo para atraer la atención. No es importante, en este momento, comentar el contenido del sueño.
Evite la excitación excesiva
Los niños deben tener un periodo de calma v relajación antes de acostarse, no permitirles que vean programas de televisión violentos o de terror, no contarles historias de miedo ni permitir que realicen actividades físicas violentas. Las experiencias de muchos padres sugieren que es de gran ayuda limitar la TV.
Comente problemas, miedos y acontecimientos que produzcan tensión
Use la conversación v los sueños como datos de cualquier problema que esté sufriendo el niño. Háblele durante el día de sus pesadillas, e intente aliviar sus miedos e inquietudes. Sea previsor y prepare al niño con antelación para acontecimientos que sean susceptibles dc causarle tensión, tales como la vuelta a la escuela después de las vacaciones o el salir de viaje. Los miedos en los niños son muchas veces causados por la falta de información.
Tome medidas para las pesadillas repetitivas
Si el niño tiene el mismo sueño una y otra vez, puede estar seguro de que siente ansiedad por algo. Anímele a que hable de su sueño y lo represente despierto, pero con un final feliz.
Prepare una estrategia nocturna
El saberse defendidos de la pesadilla ayuda normalmente a los niños más mayores. Proporciona seguridad el dejar la luz encendida por las noches. Algunos niños pueden luchar mejor contra sus pesadillas rezando una oración determinada cada noche pidiendo protección contra los monstruos; abrazar y dormir con el peluche favorito, etc.

30 octubre 2008

Otros Libros sobre los Miedos




Título: Cuentos que ayudan a los niños a superar sus miedos Autor: Breitmeier, Ionka

Editado por: Oniro Ediciones



A los niños les apasionan los cuentos en los que unas figuras simbólicas, ya sean animales que hablan o seres fantásticos de toda índole, expresan aquellos sentimientos que ellos todavía no son capaces de verbalizar directamente, en especial sus miedos, proporcionándoles así la posibilidad de afrontarlos. Los cuentos incluidos en este libro, que se inspiran en la vida diaria de los niños, les resultan de gran ayuda, pues proporcionan respuestas al tiempo que sugieren soluciones. Asimismo, demuestran a los pequeños que no están solos frente a sus problemas, y este simple hecho les transmite fuerzas. Por añadidura, las canciones y relatos para favorecer la relajación que se incluyen en algunos cuentos los ayudan a conciliar el sueño y dormir tranquilos.


Título: Cómo superar los miedos y preocupaciones "Una guía para niños"
Editado por: Oniro Ediciones
¿De qué tienes miedo? ¿De la oscuridad? ¿De los monstruos? ¿Del terrorismo? ¿De las pesadillas? ¿De los exámenes? ¿De estar separado de tus padres? ¿De quedarte solo en casa? Todo el mundo tiene miedos y preocupaciones de vez en cuando. Con la ayuda de este libro aprenderás: - De dónde vienen los miedos y las preocupaciones - 10 métodos que puedes probar para sentirte más seguro, fuerte y tranquilo - Información sobre los tipos de temores y de preocupaciones más habituales - Cuándo has de solicitar la ayuda de un adulto y cómo obtenerla - Información especial para compartir con tus padres o con alguna otra persona adulta de tu familia. Este libro puede serte de gran ayuda. Muchos niños y adultos han superado sus miedos utilizando las ideas que contiene

CUENTOS QUE AYUDAN A LOS NIÑOS




Autora: Gerlinde Ortner


Es muy frecuente que los padres no sepan motivar adecuadamente a sus hijos. En lugar de estimularlos tienden a desmoralizarlos. Los cuentos e indicaciones contenidos en este libro muestran y ayudan a los padres a prestar al niño la atención y el apoyo que necesita en cada etapa de su crecimiento.



Este es el ÍNDICE, por si os interesa.

  • Cómo motivar correctamente a su hijo

  • Cuando el niño no quiere irse a la cama
  • Cuando el niño tiene pesadillas
  • Si su hijo tiene miedo a los perros
  • Si su hijo tiene miedo al dentista
  • Si su hijo remolonea
  • Si su hijo es desordenado

  • Si su hijo miente

  • Si su hijo dice palabortas

  • Si su hijo se muerde las uñas

  • Si su hijo padece de enuresis nocturna

  • Si su hijo tartamudea

  • Si su hijo no quiere comer

  • Si su hijo no quiere quedarse en el jardin de infancia

  • Si su hijo molesta en clase

  • Cuando su hijo es objeto de burlas

  • Si su hijo tiende a la agresividad

  • Si sus hijos se pelean

  • Para que su hijo se convierta en un buen compañero

  • Para inculcar a su hijo la conciencia medioambiental

  • Si su hijo se ve confrontando con la muerte